sábado, 1 de marzo de 2025

Manglar

"Grandiosos, únicos y maravillosos".

Los manglares son como extensos bosques de altos árboles cuyas raíces llegan enmarañadas hasta los extremos de sus copas. Albergan una gran biodiversidad, la importancia de los manglares va desde las protección de las costas y el control del clima, hasta su papel fundamental en la reproducción de las especias. Son la transición de lo marítimo a lo terrestre. La tempestad a la calma.

Mientras observo el manglar me pongo a pensar en la sensación de querer estar y permanecer, esa que genera una explosión de dopamina cuando es con el ser que conectas, física y espiritualmente. Quedarte quietito, sintiendo la respiración, en la medida que el tiempo parece detenerse poco a poco en tus recuerdos, para no olvidar y repetir, así es estar después del manglar.

Los pies se me llenan de arena mientas estoy plantada en la orilla del mar. Me acerco a la pequeña ola que viene. El agua esta caliente y es mas cristalina de lo que pude imaginar. Un arco de roca tapa el viento que viene desde el norte y siento mucho mas calor que hace un rato. El aire esta húmedo y la piel me suda, un suspiro por esta estación del año. 

La brisa me inunda mis recuerdos y ahí estaba de nuevo, justo cuando nos conocimos. Me pediste bailar en medio de la fiesta de cumpleaños de mis amigos. Tomaste mi mano y se apretó mi estomago. No deje de sentir eso por al menos 4 años. Es la historia mas bonita que puedo recordar hasta ahora. De esos amores románticos que buscan una pareja para toda la vida, como los guacamayos que pasan volando junto a la costa. Lo nuestro, no termino así por cierto.

Mientras nado y floto de espaldas en el agua, un par de aves vuelan sobre mi y los sigo con la mirada. Se posan en las raíces del manglar que cuida de esas costas. Hermoso y engañoso a la vez, quedarte atrapado en sus arenas movedizas esperando que alguien venga a rescatarte, debe ser una de las historias mas terribles que deben de existir, de esas que no quisiéramos volver a repetir jamás. ¿ Acaso te viste ahí?, en medio de la incertidumbre, cuando no sabias si quedarte o avanzar, así fue nuestra historia.

Cuando dejamos de sentir la hormona del compromiso, uno de los dos se rompe antes que el otro, produciendo un profundo malestar y estancamiento que puede durar días, aveces años. Luego de eso comenzamos a querer estar en situaciones donde solo podamos tener bien estar y armonía en nuestros días, en sentir un amor completamente sano. Romper el compromiso es como estar atrapado en el pantano del manglar, sus raíces son tan abundantes que dentro de ellos no existe suelo, intentar salir de ahí sin las herramientas necesarias es un exhaustivo deseo de querer que acabe de una vez y estar del otro lado, donde todo parece estar en calma. 

Las aves que llegan a esta isla se encuentran con fuertes olas antes de atravesar este inmenso y único ser de la biosfera. Los vientos pueden ser peligrosos en días de mareas altas para las aves mas pequeñas y todo una aventura para aquellas que aman el vuelo. Estar dentro del manglar, es estar en el pantano, repitiendo numerosas veces aquella situación desgastante que te quita fuerzas y que no quieres repetir más. Entrar no es la meta, salir una misión.

Pasar el pantano es el mayor deseo de la mayor parte de los seres que lo habitan, sus enormes raíces ricas en nutrientes y llenas de biodiversidad distinta, atraen a aquellos que están dispuestos y preparados biológicamente para soportarlo, aquellos que se adaptan o se conforman. 

Un poco mas lejos de aquí se encuentra la playa, donde sigo flotando. A pesar de que sea atractivo, lo que esta después del manglar es todo lo que quiero tener en mi mente. Esa calma insaciable de superación y realización. 

Contemplar el manglar de lejos me ayuda a validar mi pensar. 

"La materia tiene sentido cuando posee sentimientos, si no seria un fin y el fin de todo esto se llama amor ".

Ha tenido muchos nombres a través de la historia, nombres que en tu mente ya pudiste recopilar. El amor del que hablo esta después del manglar. Un amor sano, sin idealizaciones, un compañero y amigo. Que me protege del viento, me mantiene flotando y me limpia la arena. Aquel que revoluciona mis hormonas, las cinco necesarias para sentir un amor completo y que con el tiempo se desvanecen, pero nutriéndolas permanecen.

Permanezco aquí en la arena, esperando que se limpie, esperando que llegues.